Un nuevo saludo desde la tierra de los irreductibles galos. He aquí una nueva entrada para el blog, en la que me gustaría presentaros Lyon. Tras unos cuantos días pensando cómo daros a conocer la ciudad, finalmente he desistido de la idea de hacer un resumen de su historia, que es muy interesante y se remonta a los tiempos de los romanos, cuando aún se llamaba
Lugdunum. Para conocer la historia de Lyon, hay una cosa estupenda que se llama intertet... yo lo que quiero, es presentaros la ciudad, tal como la veo.
Lo primero, una comparación, por mucho que algunos se empeñen en decir que son odiosas. Lyon me recuerda mucho, al menos a mi, a Salamanca. Aunque es bastante más grande, eso hay que dejarlo claro. Abundan las plazas, calles peatonales y parques, y los edificios por lo general no son muy altos. Eso, queridos amigos, hace que salir a dar una vuelta para comprar, aunque sea la prensa, tenga un pequeño aliciente más.
Yo vivo en
Montée de Saint Sébastien, cerca de la
Place des Terreaux. Esta entre los dos rios que recorren la ciudad de punta a punta, el Rhône y el Saône. No es el centro exacto, pero casi. Es el casco antiguo, que está declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. A tan excelso reconocimiento, debo añadir otro más humilde: en mi opinión, todo hay que decirlo, esta zona es la mejor de la ciudad. Más que nada, porque hay de todo. Desde el supermercado o cine de turno, hasta un bar en el que sentarte a tomar un cafe y disfrutar de una sesión de Jazz en directo, pasando por el clásico pub irlandés en el que uno ya no necesita pedir lo que quiere, porque en cuanto se acerca a la barra le sirven una pinta de Beamish Red. Sin olvidar, claro está, que es donde se ubica el Hôtel de Ville, es decir, el Ayuntamiento.
Más allá de
Place des Terreaux está la calle que posiblemente haya atravesado en más ocasiones desde que llegue aquí:
Rue de la République. Una larga avenida peatonal en la que prácticamente hay de todo, desde una FNAC hasta un tiovivo de los de antes.
Esta calle une además mi barrio con uno de los puntos principales y más atractivos de la ville, la
place de Bellecour. La plaza peatonal más grande de Europa. Como detalle, decir que le primer día que el todopoderoso Real Madrid vino a jugar aquí, allá por finales de 2005, montaron una pantalla gigante para seguir el partido... un espectáculo impresionante.
Y ya que, sin poder evitarlo, ha salido el tema del fútbol, me gustaría presentaros también otro punto que para mi fue de obligada visita en las primeras ocasiones que estuve en Lyon. El
Stade de Gerland, el estadio donde juega el Olympique de Lyon. No es muy grande.
Apenas alcanza las 30.000 personas y para principios de 2010 esperan tener uno nuevo. La particularidad de este sitio, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los estadios de los grandes equipos, es que este es propiedad de la ciudad.
Y como lugar público que es, uno tiene derecho acceder a él cuando le da la gana. Recuerdo la vez que entré por primera vez con cara de "Manu, tu camina como si supieses a dónde vas, y hasta que te paren". Mayúscula sorpresa, porque nadie me dijo nada, e incluso pude pasear por el cesped y sentarme en el banquillo en el que Luxemburgo aguantó, lo más estoicamente que pudo, el 14 de septiembre de 2005 como el Lyon se la metía no una ni dos veces, sino tres.
En fin amigos, ya habéis podido observar que lo de los deportes me sale casi sin querer. A los que estais en España, disfrutad del país de las cañas y las tapas en el que la gente es normal y el panadero te entiende cuando le dices "quiero la barra crujientita". Y a los que estáis fuera de casa, BON COURAGE!
Pub Wallace: Ambiente de gala para la ocasión.
GARP, otro equipo formado por Euronewseros, terminó en primera posición. Lástima que Mark Davis no pudo con Papa Noel en el Black Jack final, y no pudieron llevarse el bote.
